Los pueblos de Navarra, sobre todo los de menos habitantes, se las ven y se las desean muchas veces para mantener abierto el único bar de la localidad. Es el caso por ejemplo de Legaria, que con apenas cien personas empadronadas, ya dispone de dos personas que atienden el único bar del pueblo.
Legaria es una localidad de Tierra Estella que ya ha sido noticia por la novedad que ofrece cada año en el inicio de sus fiestas patronales y por la importante granja de aves que está situada dentro de su límite municipal.
Legaria tiene la suerte de que madre e hija naturales de Ecuador se han hecho cargo del bar. María Cecilia Cartuche Cuenca tiene 55 años y es la cocinera, mientras que su hija Diana Mendieta Cartuche tiene 35 años y se encarga de atender en la barra y en el comedor a los clientes.
"Yo fui la que tomé la iniciativa porque tengo experiencia en cocina, con 16 años en el bar Etayo de Murieta, y quería dar un paso para ver lo que surgía", asegura María Cecilia Cartuche.
Su hija Diana estaba en Pamplona donde tuvo una tienda de dulces y caramelos en la calle Abejeras de Pamplona: "Al decidirnos a coger el bar dejé la tienda de chucherías y me vine para Legaria", donde abrieron el bar en el mes de diciembre pasado.
Están muy contentas con la respuesta de los clientes: "Va muy bien. La gente responde muy bien. Con la experiencia de mi madre en la cocina, fenomenal. La gente del pueblo está agradecida de que estamos aquí porque estaba cerrado y lo que quieren es que le de vida al pueblo", asegura Diana.
"Hay menú del día a 14 euros, menú de fin de semana, platos combinados, almuerzos, hamburguesas, bocadillos, raciones, ...de todo". Un menú del día normal tiene cinco primeros platos, a elegir, entre ensalada mixta, ensalada de patata, arroz a la cubana, guisantes con jamón y pochas.
De segundo plato, también cinco a elegir, entre pollo frito, callos de ternera, filete, lomo y de pescado salmón a la plancha. "Más el postre que es todo casero como flan, cuajada, natillas, arroz con leche y natillas", señala Cecilia.
"Tratamos de darles variedad para que la gente esté contenta, tenga donde elegir, y no solo dos platos". El menú de fin de semana es a 25 euros y es a la carta "con algunas cosas de suplemento como las chuletillas de cordero y el rape".
Han pasado el invierno "y hemos estado contentas, así que con el verano y las fiestas esperamos que vaya mejor. La gente nos dice que están contentos con el servicio, el buen ambiente que hay con la camarera. Siempre hay gente en la barra del bar", asegura María Cecilia
No obstante, reconoce que hay que trabajar mucho: "Metemos todas las horas del mundo. Cerramos solo el martes, siempre que no haya reservas. Tenemos la cocina abierta todo el día de manera que si viene alguien a comer a las cinco de la tarde, le atendemos".
María Cecilia llegó a España desde Ecuador hace ya 24 años: "Primero estuve en Murcia trabajando en el campo. Luego aquí también empecé en el campo y en las viñas hasta que entré en el bar Etayo de Murieta a trabajar en la cocina, donde he aprendido todo", concluye.
